De convivir con animales


Antes de ser padres de nuestras niñas gemelas ya eramos padres de dos "niños" Moritz y Max nuestros preciosos gatos.

Son de lo más cariñoso y al contrario que el resto de los gatos son muy dependientes de nosotros. Nos reciben cuando llegamos a casa y se tumban en el suelo esperando a que les acariciemos la barriga. Se sientan junto a nosotros en el sofá y ronronean mientras les acariciamos. Duermen con nosotros, bueno más bien entre mis piernas. Y aunque el veterinario dice que no humanicemos y que los tratemos como lo que son, animales, no podemos evitarlo porque parece que entienden todo lo que les decimos y a veces maullan como si nos contestaran y tenemos hacia ellos sentimientos como si fueran nuestros hijos. Ya se que ahora mismo alguién estará llevándose las manos a la cabeza, pero también se que otros nos entenderán a la perfección.


Cuando me quedé embarazada la primera vez todo el mundo preguntaba que iba a hacer con Moritz, Max llegó más tarde, y yo no entendía la pregunta. Nunca había oído hablar de la toxoplasmosis y no sabía porque todos pretendían que me deshiciera de mi querido amigo. Me informe ampliamente de qué es la toxoplasmosis y cómo se contrae este virus, y así podía explicar a todo el que me "invitaba" a deshacerme de Moritz lo equivocados que estaban. Cuando me hice los análisis resulta que yo ya había tenido toxoplasmosis hace tiempo por lo cual no podía haberme contagiado mi gato, además él no lo tiene como luego nos confirmó el veterinario y la posibilidad de que un gato doméstico con su cartilla de vacunación al día y regularmente desparasitado te contagie la toxoplasmosis es practicamnete nula. Seguramente me contagié con una curiosa costumbre que tengo, me gusta comer cruda la carne picada, o por cualquier otro medio pero no me contagió mi gato. Al ser positiva en toxoplasmosis siempre he podido comer lo que he querido aunque teniendo precauciones porque también existe la listeriosis. Pues no contentos con eso, la gente que quiere que te deshagas de tu gato no se conforma con que seas positiva y fruncen el ceño, y te advierten de que tendrá envidia del bebé y quizá le "ataque". Para darles de comer a parte.

Cuando en mayo del 2009 perdí mi primer embarazo atravesé una pequeña depresión, y sabeís quién fue uno de mis principales apoyos? Moritz. No se separaba de mí, frotaba su cara con la mía, dormía junto a mí y un día llegó a lamerme las lágrimas! Ese mismo año en mi cumpleaños llegó Max y cuando en 2010 me quedé embarazada de nuevo los dos no se separaban de mí incluso dormían encima de mi barriga y creo que supieron de mi estado antes que yo. Cuando perdimos este segundo embarazo, otra vez Moritz y con él Max, fueron una gran ayuda. Así que cuando en Septiembre de 2010 empecé a sospechar que estaba embarazada de nuevo no me hizo falta test alguno, el día que Moritz y Max se pusieron a dormir sobre mí, lo supe.

Ahora que las niñas están aquí lo único que siento es que les hemos destronado como reyes de la casa, en especial a Moritz, pero al contrario de lo que pasa con los hermanos mayores cuando el bebé llega a casa, mis "niños" han recibido a sus "hermanas" como esperábamos, desde el primer momento saben que son nuestros cachorros, que son humanas y que no son competencia para ellos. Las observan desde lejos y si lloran vienen a avisarnos, si tardan en dormirse se tumban en la puerta de la habitación hasta que se calman, y no intentan "robar" ninguno de sus juguetes a pesar de ser de peluche como los suyos.
Colocamos una portilla en la puerta de la habitación de las niñas para evitar que entraran y pudieran ensuciar sus cosas nunca para evitar que se acercaran a ellas pues pienso que hay que actuar con normalidad, vigilar pero sin agobiar y sobretodo hacerlo con naturalidad y seguir teniendo con ellos los mismos gestos que antes de que las niñas llegaran, no he dejado de quererlos y sigo haciéndoles los mismos mimos que cuando estábamos solos. Ahora ya saben saltar la barrera y de vez en cuando Max entra y se da una vuelta por la habitación como supervisando que todo está ok, mi Moritz que es el que más me ha echado de menos durante el tiempo que he estado durmiendo en la habitación de mis hijas, sólo entra para dormir conmigo como hacia siempre.

Lo único que tiene que variar cuando llega un bebé a casa es la limpieza y la higiene, ahora tiene que ser más concienzuda, los gatos sueltan pelo y hay que evitar que las cosas de las niñas entren en contacto con él aunque a veces es inevitable, pero en la medida de lo posible hay que evitarlo. Estoy convencida de que cuando crezcan el vivir con dos gatos será beneficioso para ellas, hay estudios que indican que convivir con mascotas durante el primer año de vida reduce el riesgo de padecer alergias en el futuro, yo misma soy ejemplo de ello, alérgica al epitelio de gato y de perro, al polen y a las gramíneas no podía estar cerca de un gato y por amor a mi marido traje a Moritz a casa para celebrar nuestro aniversario y desde aquel día ni un estornudo, mi alergologo está sorprendido, pero me dió el alta. Además siempre he pensado que la gente que es buena y considerada con los animales tienen una sensibilidad especial y son buenas personas que es lo que quiero que sean mis hijas además de felices, buenas personas.

1 comentarios:

willy dijo...

Max y Moritz los nombres de los gatos? Que buenos nombres!!!!

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